La historia del mundo, y de muchos países en particular, está plagada de secuestros, rehenes, rescates y finales menos o, la mayoría de las veces, más trágicos. A día de hoy en algunos lugares del mundo, incluso, el secuestro constituye una verdadera industria.
Todos recordamos secuestros tan famosos y sonados como el del caso Lindberg a principios del S. XX, el de la política colombiano-francesa Ingrid Betancourt en el 2008, el del atunero Alakrana en 2009 o el de Alicia Gámez, la cooperante española secuestrada por Al Qaeda y liberada en 2010 tras pagar un rescate de 2 millones de dólares. Este último caso tiene en común con muchos otros una carencia importante: la falta de un Seguro de Secuestro.
¿En qué consiste un Seguro de Secuestro?
El Seguro de Secuestro consiste en un paquete de coberturas básicas y otras opcionales que se compran dependiendo del tipo y actividad de la empresa y de los países de exposición de riesgo. La contratación de este seguro lleva aparejado los servicios especializados de una empresa de consultores que son los que intervienen en caso de que se produzca algún incidente cubierto bajo la póliza. Los seguros de secuestro cubren básicamente el rescate por secuestro, la extorsión, la detención ilegal y el secuestro en aeronave o ‘Hijacking’. La compra del seguro implica unos protocolos de seguridad y de actuación que se activan con el comienzo de un siniestro.
Muchas organizaciones y profesionales dentro de empresas u ONGs que trabajan en ámbitos o lugares conflictivos y potencialmente interesantes para las mafias e individuos expertos en secuestros, deberían contemplar al posibilidad de este tipo de delitos y cubrirse las espaldas, pero no siempre ocurre… ¿cuál es la consecuencia?
Teniendo en cuenta que el rescate, según los expertos, constituye tan sólo el 50% de todos los gastos, pues a éste hay que sumar otros como tratamiento psicológico, traslados, costes sanitarios, .. el coste final de todo el proceso puede llegar a ser astronómico e inasumible para el secuestrado o la familia del mismo. Está claro que la solución es contar con un seguro de secuestro que minimice las consecuencias ya de por sí desastrosas de este tipo de situaciones en las que, además, el tiempo y la rápidez de actuación son cruciales.
Si quieres más información o un presupuesto sobre este seguro puedes solicitarlo aquí.